¿Sabes cuál es el último ingrediente de la receta para mantenerte siempre sano, fuerte y con energía?
La Respuesta es
¡Actividad Física!
La actividad física puede ser muchas cosas, puede ser la que haces en tu clase de educación física, o cuando vas a entrenar alguna disciplina, o incluso cuando juegas con tus amigos o amigas en el parque o en alguna canchita. El chiste es moverse y gastar un poco de energía.
¿Y cómo es que gastar energía me ayuda a estar saludable?
Cuando nos movemos y usamos nuestro cuerpo obtenemos grandes beneficios:
- Nuestros músculos, articulaciones y huesos se fortalecen.
- Nuestro sistema cardiovascular, o sea nuestro corazón y pulmones, se desarrollan mejor.
- Mejoramos nuestra coordinación y control de nuestros movimientos (y eso también ayuda a nuestra mente).
- Reducimos el estrés ¡y producimos químicos de la felicidad! (unas sustancias llamadas endorfinas que liberamos y nos producen esa sensación).
- Mantenemos un peso corporal saludable.
Los hay de todos los tipos:
El fútbol, el básquetbol o el voleibol que se suelen jugar en la escuela o fuera de ella,
pero también están el karate, la gimnasia, la danza, la natación, el atletismo, variadas disciplinas de circo
y muchas otras actividades más en las que lo importante no es ser el mejor, si no que le des un poco de movimiento a tu cuerpo y te ejercites mientras te diviertes.
Pero no siempre hay que salir de casa para cumplir con nuestra cuota diaria de actividad física (los expertos dicen que debe ser por lo menos una hora al día).